P e n
s a m i e n t o s y R e f l e x i o n e s
No Estás Solo
¡No
estás solo! Aunque en ocasiones sientas el abandono de los que te rodean, no
estás solo, Jesús no te abandona, y aunque el enemigo susurra en tus oídos que
te des por vencido, no lo escuches, no prestes atención a su voz que tiene como
propósito desmoralizarte y finalmente destruirte.
¡No estás solo! El que dijo "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el
fin del mundo", no es hombre que mienta ni hijo de hombre para que se
arrepienta. Mantén pues tu vista fija en El y si acaso te flaquean las fuerzas
y sientes que tú no puedes más, clama alto y fuerte y sentirás Su amor
rodeándote, llenando tu vida de nuevas fuerzas para continuar; pero no olvides,
¡no estás solo! Recuérdalo y toma fuerzas en las palabras del salmista cuya fe
en el Señor y Sus promesas nos llega a través de las edades en las palabras
llenas de sentimiento y fervor: "Aunque mi padre y mi madre me dejaren, Jehová
con todo me recogerá".
¡No estás solo! Aprende de los que en la antigüedad se mantuvieron como viendo
al Invisible y vencerás. Si las penas perturban tu vida y el dolor te hace
desmayar, mira dentro de ti en lo profundo y ve que Dios está contigo y
hallarás el valor de continuar. Es duro y difícil mantenerse, pero si te
agarras fuerte de las promesas de Jesús, alcanzarás la meta; vencerás los
obstáculos del camino y llegarás, y aunque todos te hallan abandonado, Jesús no
te dejará.